El diario de Mr. Hyde

El diario de Mr. Hyde

Me encuentro siempre escapando de lo q el mundo llama autoridad y yo llamo estorbo, siempre culpable del crimen de hacer lo que quiero ¿Es tan difícil entenderme? Hoy me recibe la noche parisina, que aunque hermosa como las tardes de verano, siempre queda ese recuerdo de lo que llamo hogar, de aquel lugar donde deje el corazón. Se que cualquier ciudadano que me mire, seguramente mirará a un pecador, un inadaptado, acecino a sangre fría, un violador de jóvenes doncellas, pero yo solo veo a un hombre justo, un hombre incomprendido juzgado injustamente, todo por ser feliz, un tipo un poco brusco en mi trato pero no siempre mal intencionado y un amante de las mujeres aunque frecuentemente no correspondido, pero siempre con mi sarcástico buen humor, que me lleva a sonreír de todas mis fechorías y travesuras. Y es que si se hace algo hay q disfrutarlo y hacerlo bien, por que lo años pasarán y a tisis les quedará claro que en mis fechorías yo era el mejor. Así el mundo e Inglaterra siempre me recordara con respeto como el querido Mr. Hyde.

Y que decir de ese seudo hombre q es mi alter ego, un tipo incompleto y cobarde al que le debo todo por q el me liberó, pero si pudiera lo matara sin dudar para no ser encerrado de nuevo. Yo soy todo lo q el no es y por eso no me destruye se que el me ama, aunque sabe q yo lo odio.
Hoy escribiré hasta aquí por q es incomodo escribir sin luz arriba de los tejados y para colmo creo q la policía se acerca…

Siempre suyo:
Mr. Hyde