Un ángel atrapado
De frió infinito me recibe el invierno más largo que vi pasar en mucho tiempo, con las calles desiertas veo como la lluvia aleja a la gente de el ritmo habitual de la ciudad. Con el recuerdo de lo que alguna vez fue mió veo con nostalgia el cielo que ya no puedo cruzar a voluntad, aquel día perdí mis alas y llore, pero nunca más.
Hoy he olvidado como volar y lo que se siente, el cielo es distante desde el asfalto que piso día a día, que me sirve como soporte para no seguir cayendo; más de una vez trate de regresar a las nubes o al menos escalar para verlas de nuevo, pero el resultado fue siempre el mismo, solo caía.
Escucho las palabras de un poeta y mis cicatrices me queman, veo como las llamas siguen ardiendo aunque no sean para mí, en sus versos incoherentes la dibujo sin olvidar ningún detalle. Cierro mis ojos y trato que fluya, pero no pasa, nada no lloré.
Intento creer que todo estará bien, pero algo dentro de mí quiere que se quede así. Con cada día el recuerdo se hace mas borroso las pruebas que antes eran valederas hoy me muestran otra realidad, una a la que nunca pertenecí, una que no merezco; me aferro a lo que he logrado con esfuerzo aquí, pero lo dejaría todo por un vuelo más por verlo todo desde arriba, por hacerme uno con el viento, por verla por ultima vez.
Así ocultándome contemplo las plumas que quedaron de mis alas en la oscuridad de la soledad para q nadie me vea extrañarlas, para q nadie me vea llorarlas sin lagrimas.
ada
sábado, 5 de mayo de 2007
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